La gran capital pero bajo el mismo cielo azul.
Es un paso más, primero Lopera, después Jaén y ahora Sevilla. Sus iglesias, el Puente de Triana y el monumento a Belmonte, el rio, la Giralda. Ha crecido la escala del paisaje urbano pero desparecen los olivos y el horizonte. Se mantienen sin cambios la luz y el color.